La amatista es una piedra que está incluida dentro de la familia de los denominados cuarzos macrocristalinos junto con otros grandes cristales como puede ser el Ojo de Tigre, el Cuarzo Rosa y el Citrino. El color que le representa es el violeta desde una tonalidad rosa pastel hasta un violeta purpúreo siendo la extrema temperatura, además del hierro que contiene en su composición dos de los desencadenantes de este color.
La etimología y origen de esta piedra es bastante interesante ya que proviene del griego amethystos que traducido quiere decir “no borracho”, ya que según se dice es un gran protector de personas ebrias, ayudando y considerándose un preciado antídoto para las afecciones que provoca la embriaguez. El origen de la amatista para la mitología griega cuenta que el dios del vino, Dionisio, estaba enamorado perdidamente de una mujer que llevaba el nombre de Amethystos, esta mujer deseaba seguir casta y pura, evitando en todo momento a Dionisio. Después de muchas plegarias y ruegos, la diosa Artemisa hizo que la doncella se convirtiera en una preciosa roca de color blanco. Se cuenta que, cuando Dionisio vio esto, en su enfado vertió el vino de su copa sobre dicha piedra, tomando el color purpura que caracteriza a la amatista.
Aunque actualmente existen varios puntos de extracción de la amatista, la más reconocida por su valor y su pureza se encuentra en Brasil, también es posible encontrarlas en Zambia, Kenia o incluso Uruguay, siendo este último lugar donde mayor tonalidad purpúrea cuenta, siendo de gran interés geológico.
Características de la Amatista
Para comprobar el valor que tiene una Amatista lo que se busca siempre es la tonalidad de la piedra, por lo que, cuanto más oscura sea, más valor tendrá siendo más preciada por todos. Si miras una gema de gran calidad, serás capaz de ver transparencias violetas, pero los especialistas buscan sobre todo que tengan reflejos rojos o azules, siendo muy preciados por joyeros estos últimos, ya que son muy difíciles de conseguir y pueden llegar a valor muy caras.
Respecto a otras piedras o gemas, los cristales de la amatista apenas tienen inclusiones, y aquellas que tienen, debes de mirarlas con lupa o incluso al microscopio para poder detectarlas, ya que a simple vista no son apreciables.
Existen muchas variedades de Amatista, las cuales no solo se van a diferenciar por la tonalidad de su color, sino también por su procedencia. Para poner un ejemplo, las amatistas Brejinho son aquellas que se han extraído de Brasil, exactamente de la mina que lleva este nombre y que destaca por sus reflejos violáceos.
Por otro lado, la de Uruguay son las más caras que existen en la actualidad porque cuentan con una calidad enorme, destacándose sobre todo su color violeta intenso, con unos reflejos preciosos y una perfección inmejorable.
Después se pueden identificar por otros colores no tan intensos como puede ser la amatista Rose de France que cuenta con un violeta pastel o la amatista Bicolor en la que se puede encontrar trazas de Cuarzo Blanco además de la piedra que te estamos hablando.
Usos de la amatista
Cuando se habla de la amatista, se debe saber que se trata de una piedra muy protectora, que es capaz de alejar el mal de la persona que la lleva y que cuenta con un sinfín de propiedades beneficiosas para el portador y que vamos a empezar a comentarte en un momento.
Dentro de la alquimia, este cristal precioso representa la transformación, el cambio desde algo negativo o que nos hace sentirnos mal, desprotegidos, desmotivados, hasta una sensación positiva, de libertad y felicidad, además de que aquellas personas que tengan dicha piedra cerca de ellas se van a sentir más motivadas en lo que van a realizar, consiguiendo todos sus propósitos por difíciles que parezcan en un primer momento. Se dice que la amatista es capaz de abrir y purificar el sexto y séptimo chakra de nuestro cuerpo y es por eso que en muchos lugares en los que se medita o se busca sanación tanto de cuerpo como de mente se encuentran repartidas por toda la estancia, ya que conseguirán relajarte, eliminar y erradicar la energía negativa que surge de los cuerpos de las personas o de los malos espíritus que nos están rodeando, además de que con un poco de meditación seremos capaces de liberar esa energía positiva que se encuentra estancada en nosotros.
El color de la amatista va a tener especial interés, ya que cuanto más intenso sea su color, más efectos positivos van a suministrarnos.
Según su etimología, va a prevenir los síntomas de la embriaguez, por lo que es bueno llevarlo en celebraciones o eventos en los que las bebidas alcohólicas fluyan y no quieras sentirte mal, ya que te ayudará a razonar mejor, a que no te duela el estómago, aguantando mucho mejor este tipo de bebidas.
Llevar una amatista, ya sea en el bolsillo de tu pantalón, en el bolso o en una joya, te va a ayudar emocionalmente en diferentes aspectos, aunque cabe destacar que cuanto más cerca del cuerpo o incluso tocándolo, más potentes serán sus efectos beneficiosos.
Por un lado, si tienes la mente agitada, son muchos los pensamientos que te vienen a la cabeza y quieres que todos estos se purifiquen y puedas descansar tranquilo, deberás de tener una amatista cerca, y si estos pensamientos te vienen cuando vas a dormir, sitúalo muy cerca de tu cabeza y a la mañana siguiente conseguirás levantarte con más ánimos y más descansado.
Si eres una persona que suele caer fácilmente en la ira o en la rabia, que quieres eliminar de ti los malos pensamientos o incluso aquellas emociones negativas, esta piedra conseguirá hacerlo, pero debes saber que, si estos sentimientos son muy intensos, tendrás que usar una amatista de color violeta, cuanto más oscura mejor.
Para aquellas personas que tienen trastornos psicológicos en los que se vean deprimidos, agobiados, estresados o sientan mucha ansiedad, es bueno que en esos momentos acerquen una piedra de amatista a las sienes y las dejen ahí durante unos minutos dando pequeños masajes, ya que las buenas vibraciones de este cristal pasarán al cerebro, calmándolo.