Albita

Dentro del grupo de los silicatos, se encuentra la albita, un mineral que si nos centramos más en su clasificación nos encontraremos dentro de un subgrupo dentro del anteriormente dicho que se denomina plagioclasas. Su composición puede variar relativamente teniendo en ciertos casos potasio o calcio, aunque por lo general siempre se encuentran los dos juntos. Estos dos elementos únicamente van a formar el 10% de la materia en sí, ya que el resto va a ser compuesto por el sodio. Por estos compuestos también se le puede clasificar como un aluminosilicato de sodio, debido a esta enorme proporción (90% o más) de sodio.

Los cristales que presenta están perfectamente formados, pudiéndose ver una macla bien diferenciada gracias al proceso de transformación que se lleva a cabo para la realización de este mineral. Según como haya sido sacada la albita de su yacimiento, podrá verse diferentes estrías o cortes en el propio mineral, siendo aquellos que menos tienen los que más valor se les da. Se encuentra dentro de las plagioclasas debido a la solución sólida entre el sodio y el resto de elementos, pudiendo llegar a la albita en un primer lugar, o en ciertos casos, transformándose en otro mineral totalmente diferente, que es la anortita, que cuenta con más cantidad de calcio en su formulación. Aunque menos frecuente, la albita tiene una variación denominada Cleavelandita, muy parecida a la original, pero en vez de tener una formación opaca, tiene ciertos cristales muy finos que dejan pasar la luz o que en ocasiones son transparentes, dándole un aspecto totalmente diferente a lo que se está acostumbrado de este mineral.

La etimología de esta palabra viene del latín, usando el término “albus” que traducido significa blanco para identificar este mineral. Su descubrimiento y clasificación data de 1815 y fue llevada a cabo por dos geólogos, que bautizaron con este nombre por su color.

La formación de este mineral es bastante interesante, ya que necesita dos procesos completamente diferentes para que se transforme. Por un lado el ambiente en el que se encuentran los elementos debe tener una temperatura lo suficientemente alta para que puedan cristalizarse, mientras que, para que las capas de la albita se vayan formando, separándose de otros minerales y elementos, debe realizarse a una temperatura baja. Cuando un mineral de albita cuenta con unas capas visibles al ojo humano, este cambia de nombre, y aunque sigue siendo considerado bajo este término, también se le llama Pertita.

La albita se encuentra asociada generalmente a otro tipo de minerales, formándose cerca de ellos o encontrándose en el mismo yacimiento. Este es el caso por ejemplo del granito o la sienita, aunque también se encuentra al lado del cuarzo o la moscovita, siendo un claro indicio de que si, podemos localizar la albita, es muy probable que al lado se encuentre algunos de estos minerales que se forman casi con las mismas características.

Usos de la Albita

Los usos que va a tener este mineral son bastante escasos, centrándose solo en ciertos campos como la cerámica y la geoterapia, los cuales te vamos a explicar en las siguientes líneas.

En primer lugar, te hablaremos de su uso en la cerámica. Cuando se extrae este material, en ocasiones puede tener a su alrededor otros sedimentos minerales, por lo que si se quiere realizar una mezcla de calidad, lo imprescindible siempre es obtener la Albita en estado puro, algo que consiguen mediante una serie de procesos químicos en las industrias, con el fin de que el producto resultante esté al nivel de calidad que buscan las empresas a las que después le venden dicha piedra. Una vez que ha pasado por los controles de calidad, la albita es triturada hasta ser convertida en polvo muy fino, teniendo una apariencia en todo momento blanca. Una vez que se ha realizado este proceso, da comienzo a la fabricación de la cerámica, ya que es un componente que ayudará a este fin y le dará fortaleza, además de que al ser muy complicado su fundición, el elemento fabricado resistirá las altas temperaturas sin romperse. Algo parecido le pasa cuando se utiliza para fabricar vidrio, aunque para este proceso se necesita calentar mucho la mezcla para conseguir unos resultados óptimos.

Gracias a esta cualidad refractaria, es decir que resiste a la perfección el calor y las altas temperaturas, se ha llegado a utilizar como elemento en la fabricación de muchos materiales industriales que están en constante contacto con el fuego u hornos a muchos grados de temperatura.

Otro de los campos en los que se trabaja este mineral es la geoterapia, es decir, la sanación y curación de diferentes enfermedades o estados emocionales gracias a la utilización de minerales o gemas.

En este caso la albita cuenta con grandes beneficios para aquellas personas que sufren de estrés, siendo un buen canalizador de toda la ansiedad que sufre el portador y que necesita de algún modo expulsarla de su interior para sentirse más libre. Aquellas personas que sufren depresión constantemente o que tienen cuadros relacionados con problemas mentales, se les recomienda que tengan una piedra de albita en su mesita de noche, de esta manera la energía del mineral trabajará durante la noche para aportar seguridad y fortaleza mental cuando se levante por la mañana.

Entre otros beneficios curativos se encuentra la eliminación de ciertos dolores en el cuerpo, debiendo de descansar el mineral sobre la zona afectada. En muchos lugares se puede encontrar el mineral pulido y en forma redondeada, pero siempre se recomienda que cuando se compre la albita se intente por todos los medios que no esté modificada, ya que de esta manera la persona, para relajar la mente puede tocar y manipular la piedra con más efectividad, llegándole más pura la energía. Debido a que es una piedra con muy poco valor, no se van a encontrar joyas de este material, o es muy poco común encontrárselas.

¿Quieres saber más sobre minerales?

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies