Al hablar del grafito nos estamos refiriendo a uno de los minerales más puros que podemos encontrarnos, ya que su composición es al 100% carbono teniendo este un color grisáceo muy cercano al negro y con un tacto graso. Se trata de un material que se va a encontrar en muchos puntos del mundo, pero su principal punto de extracción se encuentra en Asia ya que allí cuentan con unas rocas carbonosas de buena calidad que sufren la metamorfosis que las convierten en este mineral tan utilizado en la antigüedad y en nuestros días.
Los átomos de carbono que se encuentran en el grafito están unidos unos a otros gracias a unos enlaces denominados covalentes que los hacen estar muy pegados, agrupándose en pequeñas capas que le dan su estructura. Estas capas es lo que consigue identificar a este mineral, ya que dichas laminas son las que convierte al grafito en grafeno. Dentro del grafito se puede encontrar dos variedades las cuales una va a ser natural, es decir que se puede encontrar en la naturaleza sin intervención de la mano del ser humano y otra realizada artificialmente o de modo sintética, teniendo más datos a continuación.
Como hemos comentado, cuando las rocas se transforman gracias sobre todo al carbón o sobre aquellas rocas que tienen en su composición hidrocarburos líquidos empiezan a cristalizarse formando las vetas de grafito. Este material, según de donde proceda y de donde se saque la muestra, va a contener un 90% de carbono, mientras que el resto se trata de impurezas en las que se incluye el sílice, el óxido férrico o incluso la alúmina, entre otros. Si en el caso de que, cuando se extrae se quiere eliminar por completo estas impurezas para tener una piedra mucho más pura y limpia, se deberá de aplicar unos tratamientos con productos químicos que aíslan el carbono para que se obtenga el grafito perfecto. Aunque la extracción del grafito natural se sigue realizando en yacimientos de China, Brasil o India, estos han ido reduciendo su producción, ya que muchos optan por adquirirlo de manera artificial, mucho más limpia y sin tantos costes. En España se extraía desde Toledo.
Por otro lado, nos encontramos con los grafitos sintéticos, habiendo sido elaborados a principios del siglo pasado. Para poder realizar el proceso en el que el material orgánico se convierte en Grafito lo que se debe es calentar a unos 1000 grados para carbonizar al completo toda la materia, uniformándola, para luego, cuando ya se haya comprobado que la materia ha sido descompuesta, se empieza a calentar a 2500 grados con el fin de que estos restos se vayan agrupando para dar el mineral que buscamos. Este tipo de grafito es el más comercializado y cuenta con una estructura poligranular, es decir, si se mirase con un microscopio muy potente, se ve que está formado en vez de capas o laminas como en su versión natural, por pequeños gránulos. Este grafito creado va a tener una pureza prácticamente del 100%, evitando de esta manera los tratamientos químicos y toda cualquier extracción anterior.
Usos del Grafito
El grafito tiene una multitud de usos en nuestra vida diaria, siendo posiblemente las minas de los lápices el más conocido o utilizado. Aunque también podemos encontrarlo en otros campos mucho más importantes como es la energía móvil, los lubricantes, la metalurgia o la industria del automóvil.
Cuando hablamos de la energía móvil, nos queremos referir a la utilización en todo tipo de baterías, y aunque en el párrafo anterior te habíamos comentado que el uso más común era usarlo como mina para lápices, a decir verdad, y con el avance de las nuevas tecnologías y de la utilización de los teléfonos móviles, su uso en baterías se está volviendo más importante, pudiendo encontrarlo en las baterías de ión-litio como también en las alcalinas y por último en pilas de combustible. Lo bueno que tiene el grafito y por lo que es utilizado en las baterías es que se trata de un aditivo que va a ayudar a conducir mucho mejor la energía de un lado para otro, además de lubricar las piezas, reduciendo de esta manera el desgaste que se haya podido dar.
Cuando hablamos de la industria del automóvil tenemos que fijarnos sobre todo en aquellos materiales que vayan a rozar unos con otros como por ejemplo las escobillas de carbono o las juntas. Otros de las piezas de gran importancia que tienen grafito son las pastillas de freno, ya que perfeccionan la frenada y ayudan a que estás piezas no se desgasten, ayudando a que tanto la temperatura, el ruido del roce y otros factores no se modifiquen y queden equilibrados. Si este material no se utilizase para este fin, podríamos hablar que las piezas de nuestro coche podrían costar tres o cuatro veces más de lo que podríamos gastarnos hoy en día. Para aquellos que buscan un producto de excelente calidad, deberán de busca escobillas de carbono que se hayan fabricado con grafito natural, ya que estos van a dar unos resultados mucho más potentes que si se utilizase sintéticos.
Otra de las industrias que salen beneficiadas del uso del grafito es la metalúrgica, la cual utiliza el grafito en polvo como refractario, ya que consigue que la resistencia a la corrosión y a la temperatura sea mayor, algo muy importante en este campo, debido a que se trabaja siempre con temperaturas muy elevadas. En los ladrillos cerámicos también se consigue utilizar, entrando en la mezcla con el acero y el hierro resistiendo a la perfección la corrosión que se produce por las partículas inorgánicas que son generadas por esta fundición.
Sus usos son tan variados que se ha llegado a elaborar con este mineral pinturas y pigmentos de todo tipo, al igual que caucho de excelente calidad, y por si fuera poco, en la industria armamentística ayudando a crear municiones o incluso explosivos de gran alcance.
Como se puede ver, desde su descubrimiento se ha ido avanzando enormemente en su utilización siendo uno de los minerales más importantes que existen a nivel mundial.
